jueves, 23 de febrero de 2017

¡Uy! ¡Mi miedo soy yo mismo!

-Hola Carlos ¿cómo estás? -Bien Leo! -Vení, pasá ponete cómodo... -En realidad lo primero que quería decirte es que no tuve tiempo de hacer la práctica escrita que había dicho que iba a realizar. Tenía que escribir sobre mí y sobre cómo me encontraba en el presente. ¡Ni 5 minutos tuve esta semana! La semana próxima la hago. -Ok, ningún problema, la semana próxima la hacés. Como te comenté esto es para vos y no lo tenés que tomar como una obligación para conmigo sino para vos... Bien, contame, ¿Qué objetivo te gustaría trabajar en la sesión de hoy? -Mi pareja está saliendo mucho tiempo con sus amigas y eso me enoja, me está poniendo de muy mal humor...

A la semana siguiente... -Hola Carlos ¿cómo estás? -Bien Leo! -Vení, pasá ponete cómodo... -En realidad lo primero que quería decirte es que esta semana tampoco tuve tiempo de hacer la práctica escrita que había dicho que iba a realizar, ni los 5 minutos que me habías pedido. -Ok, ningún problema, la semana próxima la hacés, si?. Bien, ¿qué objetivo te gustaría trabajar en la sesión de hoy? -Quiero que mi socio se dé cuenta que está desmotivado...

Una semana después...
-Hola Carlos ¿cómo estás?
-Bien Leo!
-Vení, pasá ponete cómodo...
-En realidad lo primero que quería decirte es que esta semana tampoco tuve tiempo de hacer la práctica escrita que había prometido que iba a realizar... (espacio de silencio) ¿Será que estoy poniéndome una excusa para no darme cuenta lo que me está pasando? En realidad siento que me da miedo el encontrarme a mi mismo...

Estas escenas que describí, son situaciones que frecuentemente observo en mis sesiones de coaching. Finalmente el poder darse cuenta mi coachee lo que le está sucediendo, es el punto de inflexión para comenzar a observar resultados diferentes. Esto es, comenzar a Ser un Observador diferente y así comenzar a generar acciones y resultados diferentes.
Generalmente se busca soluciones en el afuera (pareja, socio, etc.) para evadir las responsabilidades de compromiso con uno mismo. Una vez más afirmo que "No hay persona más difícil de cambiar que uno mismo" y en estos ejemplos reales podemos corroborarlo.
Entonces, y habiendo llegado a este punto, te pregunto a vos querido lector...

¿Hace cuánto tiempo que no tenés una conversación profunda con vos mismo, registrándola por escrito en una hoja cualquiera, cuaderno o en tu compu?

¿Te gustaría tenerla? ¿Para qué la tendrías?

¿Quién o qué te lo estaría impidiendo?

¿Qué es lo peor que te podría pasar?

¿Que sería lo mejor que te podría pasar?

¿Te animás?

¡Adelante entonces! Seguramente vivirás una experiencia fantástica con tu mejor amigo!
Ah!, ¿Sabés quién es tu mejor amigo? ¡Claro! ¡Vos mismo! ;)
Hermosa vida para todos!
Mg. LEO BAJER
Máster Internacional en Coaching Empresarial, Ejecutivo y Mentoring. Coach Ontológico Profesional con Orientación en Management (ICF). Conferencista, Escritor, Capacitador y Consultor de Empresas Director de Buenos Aires Capacita y Buenos Aires Coaching www.buenosairescoaching.com.ar

No hay comentarios:

Publicar un comentario