Rutinas
Cada mañana imponete un objetivo bien específico. Algo muy pequeño o gigante, pero que, desde la noche anterior, te haga deseoso de despertarte para ir tras él.
La mayoría de nosotros no siente que nuestras acciones tengan algún sentido. Muchos vivimos en piloto automático...
Si uno se lo propone, puede descubrir que existe al menos, cada día, una razón por la que vale la pena despertarse.
Experimentá de manera diferente todas aquellas rutinas del día a día, como lavarte los dientes, desayunar, vestirte, bañarte, etc. Cuando uno hace algo y lo hace bien, esto se hace más disfrutable.
Empezá a cambiar la forma en que llevás a cabo tus rutinas y empezarás a disfrutarlas otra vez.
Incrementá la complejidad de las cosas que hacés. Cuando repetís la misma actividad todos los días, a menos que descubras nuevos desafíos u oportunidades, vas a empezar a aburrirte. Mejorá, crecé o hacelo cada vez mejor. Cuanta más información y conocimiento tengas sobre tu actividad, más compleja se hará, pero también podrás disfrutarla más.
¡Sé realmente el dueño de tu propio día!
Estanislao Bachrach
No hay comentarios:
Publicar un comentario